domingo, 27 de abril de 2008

Para entender la reforma energética (de PEMEX)

Antonio Gershenson
gershen@servidor.unam.mx

Reservas petroleras, e ilusiones
La Secretaria de Energía, a la que ya se le habían señalado fallas en su forma de “cuantificar” el petróleo que tenemos, ahora, en una conferencia, vuelve a revolver tipos de reservas que no son comparables y a sumarlas con las que no son reservas, para llegar, después de decir que “México tiene petróleo, y mucho”, para 61.3 años. Como paso intermedio en su creciente cálculo, dice que las reservas probadas alcanzan para 9.2 años, pero si se agregan las reservas probables y posibles “tenemos crudo para 27.7 años”, y ya con los recursos prospectivos llegamos a más de 60 años. Y agrega que de ahí, 55 por ciento de ese “petróleo” está en las aguas profundas del Golfo de México.

Vamos a examinar en detalle el problema, y a tratar de dejarlo ya de lado. Porque es muy fácil repetir una y otra vez que dos y dos son cinco, a ver si así alguien se lo cree. Del documento de Pemex Reservas de hidrocarburos al 31 de diciembre de 2007, tomamos los siguientes datos, que son directos.

Las reservas de crudo a la fecha mencionada en el título del documento son, las reservas probadas, 10.5 miles de millones de barriles. Las llamadas reservas probables, 10.8 miles de millones, y las posibles, 9.9 miles de millones. Pero luego los funcionarios de Pemex usan “reserva 1P”, que son las probadas, y hasta ahí no hay problema; después, “reserva 2P”, que es la suma de probadas y probables (cuidado aquí), y “reserva 3P”, la suma de probadas, probables y posibles, que también se llaman totales. ¿Se valen estas sumas?

Veamos las definiciones de los tipos de reservas que consideramos. En el mismo documento que citamos se dice que para las reservas probables, hay más probabilidades de que se encuentre petróleo que de que no sea así. La probabilidad sería de cuando menos 50 por ciento. Si sumamos reservas probables con las probadas, que tienen mucho más probabilidad de convertirse en petróleo, ya no sabemos cuál es el total real de petróleo. Se supone que con las reservas probadas desarrolladas, que son como dos tercios de las probadas en general, la probabilidad de que haya petróleo es de casi ciento por ciento.

En cuanto a las reservas posibles, la probabilidad de que todas las reservas “detectadas” fueran de crudo real, sería cuando menos 10 por ciento, de que las cantidades realmente recuperadas sean iguales o mayores. Menos aún podemos sumarlas con las otras porque se va a dar la ilusión de que el petróleo que en verdad está ahí es muchísimo mayor que el que hay en realidad.

Las reservas probadas son las únicas que acepta la Security and Exchange Comission (SEC), que es la institución que da su aval para emisión de bonos y otras formas de crédito. Y es que esas reservas son una garantía de pago del préstamo. Son reservas en serio, no de ilusiones. El documento mencionado viene acompañado de un conjunto de anexos, de los cuales el primero se llama Nota precautoria. Ahí se reconoce que “nosotros usamos ciertos términos en este documento, tales como reservas totales, reservas probables y reservas posibles, que los lineamientos de la SEC prohíben estrictamente utilizar en sus reportes”. De modo que los montos de reservas probables y, peor, las posibles, son muy dudosos y no se pueden sumar a las reservas probadas.

En cuanto a los “recursos prospectivos”, expresamente queda claro que no son reservas. Ni siquiera se les cuantifica en el documento que hemos citado. Son estimaciones, de tal manera vagas, que se clasifican en baja, central y alta. ¿A cuál de ellas se refirió la secretaria? Ahora bien, si con las reservas posibles andamos por el 10 por ciento de probabilidad, ¿por dónde andamos en los recursos prospectivos?

Todavía hay algo más. Hay una categoría intermedia: “recursos contingentes”. También son una estimación, pero ya se les considera parte de los hidrocarburos descubiertos. Los recursos prospectivos están en la categoría “volumen original de hidrocarburos no descubierto”. De los prospectivos, todavía habría que pasar a los contingentes, y sólo después empezaría a haber reservas, primero, claro, posibles, y así. Por lo pronto, los recursos prospectivos ni a porcentaje de probabilidad de existir llegan. Como vendedora, la funcionaria no conseguiría ni un cliente.

¿Por qué no aclaró la secretaria todos estos “detalles”? ¿Por qué no agregó que el proceso es muy largo, especialmente en aguas profundas, y que el primer barril vendría saliendo, si todo va bien, dentro de diez años? ¿De dónde va a salir el dinero para las perforaciones carísimas? Obviamente, es lo que nos quieren vender, de las trasnacionales. Y éstas, ¿lo van a donar como caridad? Obviamente no. ¿Qué van a querer a cambio de esa gigantesca y riesgosa inversión?

Dejemos a los funcionarios buscar un pretexto a esta última pregunta. Lo que está claro es que durante este sexenio y el próximo no vamos a tener ni un sólo barril por este proyecto de aguas profundas, pero que lo que pidan las trasnacionales nos lo van a quitar, como ciudadanos o como país. Las reformas propuestas de por sí son inaceptables. Pero podrían ser sólo el primer paso, como sucedió con los bancos.

Extraído de Diario La Jornada, edición on line del 27 de abril de 2008

viernes, 18 de abril de 2008

defensa para la libertad, carácter del otrora México

Adolfo Gilly

En defensa de la UNAM y de la libertad en México



“La UNAM exige a Uribe respeto a la memoria de los estudiantes mexicanos fallecidos en Ecuador, condena las amenazas implícitas en sus aseveraciones, rechaza sus generalizaciones sobre los universitarios y lamenta la torpeza de su actuación”, dice el enérgico comunicado de la casa de estudios del día de ayer, en respuesta a las declaraciones de Álvaro Uribe, presidente de la República de Colombia, que, en territorio de México, en visita oficial y en presencia del presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Felipe Calderón, vino a insultar con el mote de “terroristas” la memoria de los jóvenes estudiantes mexicanos que él mismo mandó matar en territorio ecuatoriano.

Fue la UNAM, ante la evasiva actitud del presidente de México, la institución que tuvo que salir a defender la dignidad de esta República y de su territorio frente a la insolencia del visitante: “Los señalamientos de Álvaro Uribe carecen de mínimo sentido de solidaridad, están llenos de rencor y en ellos no existe pudor alguno por un bombardeo que mereció la condena internacional, y por las consecuencias del mismo que causaron, entre otras, la muerte de cuatro mexicanos y lesiones graves a una más”, expresa el comunicado.

¿Pero adónde creyó llegar Álvaro Uribe, que parece escapado del reparto secundario de Los piratas del Caribe? ¿En cuál colonia del imperio norteamericano creyó que estaba hablando? ¿Es que las categorías clasificatorias delirantes del presidente George W. Bush se van a hacer también lenguaje común en territorio mexicano sin que el gobierno de este país abra la boca? Este mismo gobierno, cuya Procuraduría General de la República pretende investigar a los muertos y no a sus asesinos, y que con pretextos varios va militarizando el país entero, disolviendo la Cocopa, entregando el subsuelo a los privados y al imperio, ¿qué nos está preparando?

Y además, después de dejarse insultar en casa propia por Álvaro Uribe, ¿cree que eso que prepara podrá hacerlo?

Este país no nació ayer, por si hay quienes piensan que, en el arrastre del gigante remolino financiero y en la sumisión de los políticos y los gobernantes, pueden cambiarle a México su índole y su historia.

* * *

Allá por noviembre de 1910, el embajador de Porfirio Díaz en Estados Unidos, Francisco León de la Barra, escribía apremiantes cartas al Departamento de Estado de Washington, diciendo que en el territorio estadunidense se encontraba Francisco I. Madero haciendo acopio de armas, introduciéndolas en México y conspirando contra el gobierno mexicano. Lo cual, por supuesto, era verdad, pues eso hacía el “apóstol de la democracia”; si no no hubiera habido revolución de 1910 ni caída de la dictadura ni todo lo que después vino. Pero el gobierno del norte dejó correr: cosas de las repúblicas de aquellos tiempos.

Allá por los años 20 del siglo pasado, después de la revolución, bajo Obregón y bajo Calles, México era tierra de asilo para el peruano Víctor Manuel Haya de la Torre, el cubano Julio Antonio Mella, el nicaragüense Augusto César Sandino y muchos otros latinoamericanos que preparaban las armas y el regreso y hoy son figuras de las historias de sus países.

Allá al inicio de los años 30, en abril de 1931 para ser precisos, los gobernantes mexicanos celebraban el establecimiento de la República en España y a mitad de ese año estaban apoyando la expedición del venezolano Carlos León para tratar de derribar al tirano Juan Vicente Gómez. Tratando de aquellos días, en mi libro El cardenismo: una utopía mexicana pude anotar:

“Eran aquellos los años en que desde México se apoyaba a la guerra nacional de Sandino en Nicaragua, al gobierno nacionalista de Ramón Grau San Martín y Antonio Guiteras en Cuba, a la efímera República Socialista del coronel Marmaduke Grove en Chile, al APRA de Víctor Manuel Haya de la Torre en Perú, y en que exiliados y revolucionarios del Caribe y de América Latina iban y venían por el territorio mexicano. Los gobernantes de México eran los militares salidos de la revolución y tanto por razones de afinidad como por estrictas razones de Estado en cuanto a la zona de influencia mexicana, muchos de ellos no veían con disgusto ni recelo esa efervescencia de los conspiradores latinoamericanos.”

Esa zona no sólo la disputó desde siempre Estados Unidos; ahora la quiere disputar también su vasallo, el presente gobernante de Colombia.

* * *

Que nadie diga que se trata de historia antigua, porque esta peculiar República Mexicana que hace un siglo nació de la conspiración armada de Francisco I. Madero y de sus secuelas, se empeñó en persistir, tenaz y como pudo, a lo largo del siglo.

En los años cincuenta, aquí encontraron asilo y protección para preparar su regreso a Cuba Fidel y Raúl Castro, Ernesto Guevara, Juan Almeida y muchos otros. Aquí tuvieron asilo y apoyo Jacobo Arbenz, el presidente de Guatemala derribado desde Estados Unidos en 1954; Juan José Arévalo, el coronel Carlos Paz Tejada –que trabajó con el general Cárdenas en la cuenca del Balsas– y otros guatemaltecos y centroamericanos perseguidos en sus países.

En los años sesenta, en México prepararon sus luchas libertarias los jóvenes militares del Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre guatemalteco, los tenientes Marco Antonio Yon Sosa y Luis Augusto Turcios Lima y sus compañeros, con la silenciosa solidaridad del general Cárdenas, de Arbenz, de Paz Tejada.

En los años setenta aquí encontraron refugio contra las dictaduras y apoyo para su revolución los nicaragüenses del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN); y en los años ochenta México era territorio de paz, retaguardia y asilo para los movimientos de liberación de El Salvador, cuyo carácter beligerante reconoció el gobierno de México por iniciativa del canciller de entonces, don Jorge Castañeda (padre).

México siempre se negó a romper relaciones con Cuba y, como es notorio, en esta tierra hallaron refugio, trabajo y hogar los exiliados de las dictaduras militares latinoamericanas: brasileños, chilenos, uruguayos, argentinos, bolivianos, peruanos...

Durante casi todo el siglo XX América Latina entera –en sus vastos pueblos, digo, no en sus mezquinos señores– no dejó de mirar hacia México, casi diría como un hermano mayor que velaba por todos en la frontera con Estados Unidos. Ya sé, dirán que exagero. Pero no, ése fue mi siglo y sé de lo que hablo: México era un mito latinoamericano.

¿Y ahora qué? ¿Viene cualquier presidente, que acaba de matar a mansalva a cuatro mexicanos en territorio de un país vecino, insulta a los muertos en su propia tierra, prohíbe a nuestros estudiantes pensar como quieran, y la canciller y su presidente callan ante la afrenta o miran para otro lado?

Como en los años oscuros de Gustavo Díaz Ordaz, la UNAM hizo lo que tenía que hacer. Toca defenderla en su totalidad, con la pluralidad de ideas y corrientes de pensamiento que viven y se entrecruzan en su seno, toca protegerla y fortalecerla ante los innobles ataques que le lanzan y ante las amenazas que le esperan.

Dos precisiones últimas y necesarias:

Ni por sus ideas ni por sus métodos atroces tengo el menor acuerdo o simpatía con la organización de las FARC, ni tampoco respeto por la aventura del campamento en Sucumbíos al cual llevaron a los estudiantes después asesinados.

Espero una declaración sobre este grave tema que provenga de quien declara ser el “presidente legítimo” o al menos de su canciller, que no es inexperto en estas cuestiones. Pues si se trata de asumirse como “gobierno” y defender el petróleo, no se puede sólo hablar del petróleo, uniformar a las propias huestes y callar sobre los muertos y las afrentas.

Extraído del diario La Jornada, edición on line del 18 de abril de 2008

martes, 15 de abril de 2008

La historia, y no la histeria es la razón para defender PEMEX

Fernando del Paso

Los veneros de petróleo que nos dio el Diablo
Con esta contribución me incluyo y me retiro al mismo tiempo del llamado debate sobre el petróleo. En un programa difundido la semana pasada en el Canal 11, el senador por el PRD Graco Ramírez afirmó –cito de memoria– que la gran mayoría de los mexicanos tiene una opinión definida sobre el futuro del petróleo en México. Es probable que, sin embargo, yo no pertenezca a esa gran mayoría: me retiro porque no tengo la capacidad, o en otras palabras, la preparación, los estudios necesarios para opinar sobre las implicaciones tecnológicas y económicas de una reforma energética. Coincido con lo que dijo Manuel Bartlett Díaz en la revista Forma del mes de enero-febrero de este 2008: “Nadie sabe qué es la reforma energética y todos saben qué es la reforma energética”.

Sí pertenezco, en cambio, a esa mayoría total –quiero pensar que lo es– de mexicanos que estamos dispuestos a defender a ultranza nuestro petróleo. ¿Quién no lo está? Pero pertenecer a esta mayoría, y formar parte de un grupo selecto en el que se mezclan simples novelistas –como un servidor– con expertos en politología, historia y economía, es otra cosa. En este caso, pienso que el escritor queda en desventaja. O al menos yo, por mi ignorancia.

Ampararse con la bandera de la ignorancia no es, desde luego, un motivo de orgullo y mucho menos un pretexto digno para retirarse de la arena. En las últimas semanas he leído con asiduidad y con cuidado una buena parte del material que se ha publicado sobre la reforma energética –o mejor dicho la petrolera–, y he tomado notas de los debates difundidos, sobre este tema, en el Canal 11. Lo menos que podía hacer, creo, era tratar de saber por qué no sé y, así, saber un poco más.

La mancuerna del Diablo

Defender nuestro petróleo de los intereses extranjeros implica, entre otras cosas –y cuando menos–, saber por qué lo hacemos. Algo en este sentido puede enseñarnos la historia y en particular la de América Latina, que no ha sido otra cosa, desde hace dos siglos, que la patética relación de los dorados auges y las caídas estrepitosas de sus productos, o en otras palabras la alternancia del milagro económico y la quiebra súbita y casi absoluta.

Desde 1810, cuando los países latinoamericanos bajo el dominio español comenzaron a independizarse, Inglaterra se propuso evitar que estas ex colonias cayeran en manos francesas o estadunidenses. En las siguientes décadas, los ingleses ya se habían encargado de construir en nuestros países varios ferrocarriles destinados no a beneficiar el transporte interno de materias primas y mercancías, sino a facilitar la salida de éstas al mar, con destino al Reino Unido. En 1850, estaban ya terminados el ferrocarril de Maná, en Brasil; el de Copiapó, en Chile, y el de Veracruz-El Molino, de México. Siguieron, pocos años después, en Colombia el de Aspinwall-Panamá y, en 1857, en Argentina, el de Buenos Aires-Suroeste.

Pocos años más tarde unas cuantas empresas inglesas se habían ya apoderado del cobre chileno y creado un imperio azucarero en el archipiélago de Sotavento, las Guayanas, Jamaica, Haití, Guadalupe, Puerto Rico, las costas peruanas y desde luego, Cuba, cuyo dominio no tardaría en pasar de las manos británicas a las estadunidenses; esta isla del Caribe no sólo le sería útil a Estados Unidos para hacer de ella un gran burdel en beneficio de la mafia, sino también para controlar la producción y el aprovechamiento de algo más que el azúcar y el tabaco: el níquel, el cobre, el hierro, el manganeso y el tungsteno.

Entre las fuentes y documentos a los que podemos acudir para ratificar las inmensas depredaciones que ha sufrido nuestro continente, destaca desde luego el libro del uruguayo Eduardo Galeano Las venas abiertas de América Latina, uno de los recuentos más lúcidos y completos y, diría yo, más dolorosos, de la expoliación que han sufrido nuestros pobres países al “asociarse” con empresas extranjeras representantes del capitalismo más puro y salvaje. Esto no hubiera sido posible, desde luego, sin la corrupción y la connivencia criminal de gobernantes latinoamericanos siempre dispuestos a asociarse con los intereses extranjeros para completar la mancuerna. Los casos han sido numerosos. Entre ellos, por ejemplo, el del presidente Castelo Branco de Brasil, quien le entregó a la US Steel el derecho de adquirir 49 por ciento de las acciones de los yacimientos de hierro de la sierra de Los Carajas. Esta empresa, nos cuenta Galeano, se encargó también de sacar, y transportar en sus propios buques, “todo el hierro que se extraía en cantidades gigantescas del Cerro de Bolívar el Venezuela”, como nos cuenta Galeano. Otro ejemplo es el del sanguinario dictador guatemalteco, Jorge Ubico, quien le otorgó a las empresas cafetaleras y bananeras extranjeras lo que Galeano llama “el derecho a matar”, al exentar a los finqueros de responsabilidad criminal respecto a la muerte de sus trabajadores.

Estos finqueros eran, por supuesto, representantes de la United Fruit, el gigante estadunidense que les hizo merecer, a los países centroamericanos por él explotados, el nombre de Repúblicas Bananeras. “Mamá Yunai”, como se llamaba a esta empresa –y tal fue el título de la novela del costarricense Carlos Luis Fallas– ejerció durante muchos decenios una explotación inmisericorde de sus trabajadores, corrompió gobiernos, organizó matanzas y puso y depuso a dictadores. Fue también la responsable, la United Fruit –y esto no lo dice un libro escrito por un comunista: lo dice la Enciclopedia Británica–, del asesinato del líder colombiano Jorge Eliécer Gaitán durante el Bogotazo de 1948.

Hubo, sí, mandatarios que lucharon contra estos intereses. Su destino fue trágico.

A fines del sigo XIX, el presidente Balmaceda, de Chile, anunció su intención de nacionalizar los distritos salitreros del país. Los barcos británicos bloquearon las costas de Chile y Balmaceda, derrotado y derrocado, se suicidó. Ya entrado el siglo XX, en 1930, cuando el Congreso Argentino estaba a punto de votar la ley que disponía la nacionalización del petróleo, el presidente Hipólito Irigoyen fue derribado por el general José Félix Uriburu.

Los veneros del Diablo

La frase que aparece en el poema La Suave Patria, del gran poeta zacatecano Ramón López Velarde, resultó profética: el petróleo es un regalo que nos dio el Diablo.

Casi no hubo materia prima importante producida en la América Latina: el salitre, el nitrato de sodio, el azúcar, el algodón de Marañao, el cacao “que alumbró las fortunas de la oligarquía de Caracas” –Galeano– que no fuera objeto de la codicia y del pillaje primero británico y después estadunidense: Estados Unidos comenzó a ganarle terreno al decadente imperio británico y comenzó así el reinado de Union Carbide, Cynamid, Minnesota Manufacturera, Dow Chemical, Lever Brothers, Westinghouse y una veintena más, estadunidenses primero, multinacionales después, que se encargaron de imponer y sostener a todos aquellos sátrapas que las apoyaron: dictadores de opereta, sádicos, carniceros, feroces, asesinos, histriones y dementes. La lista es muy larga.

Ya para entonces, también, el petróleo se había vuelto el rey de las materias primas. Descubierto en lo que es hoy Irak hace más de 2 mil años, fue en un país vecino, Persia –hoy Irán–, donde, en 1901, Gran Bretaña consiguió del Sha Muzafarr al-Din la concesión para la explotación de la región. En unos cuantos años siguieron Kuwait, Bahrein y la conquista de Bagdad, la ciudad que fue clave para los británicos en su camino a la India y sobre todo en la ruta hacia los campos petroleros iraníes. Tras la Segunda Guerra Mundial, fue Estados Unidos, no Inglaterra, el país que aseguró en su beneficio los suministros petroleros de la región saudita, cuando, a bordo del barco Quincy, en aguas de Suez, Roosevelt celebró un tratado con Ibn Saoud, el fundador de la moderna Saudiarabia.

Una quincena de años antes, dos empresas petroleras, la Standard Oil de Nueva Jersey y la Shell, provocaron la guerra de El Chaco, el conflicto más cruento de toda la historia de América Latina, en el cual se enfrentaron los dos países más pobres del continente en ese entonces: Bolivia y Paraguay. Más de 80 mil bolivianos y 40 mil paraguayos pagaron con sus vidas. Nuevamente, no fue un comunista el que denunció el siniestro papel que jugaron estos dos gigantes: lo hizo un personaje de la política estadunidense, Huey Long, senador y después gobernador de Luisiana.

El Diablo en México

Es de suponerse que los mexicanos conocemos bien la historia de nuestro petróleo. En 1938, la nacionalización realizada por Lázaro Cárdenas afectó profundamente los intereses petroleros de varias naciones como Inglaterra, Holanda y los Estados Unidos. Entre las empresas nacionalizadas se encontraban, como lo señala la Enciclopedia de México de Rogelio Álvarez, la Huasteca Petroleum Co., la Sinclair Pierce Oil Co., la Standford y Cía., la California Standard Oil, la Consolidated Oil Co., la Atlantic Gulf Refining y la Transportation Co. A pesar de que México cumplió con el compromiso contraído para indemnizar a esas compañías, la estadunidense Standard Oil y la holandesa Royal Dutch bloquearon las exportaciones mexicanas de petróleo y abastecimientos para pozos y refinerías. Éstas y otras empresas ya se habían encargado de agotar, y llevarse consigo, la riqueza de la “Faja de Oro”, en los tiempos en que México cubría 25 por ciento de la demanda petrolera planetaria.

Pero el presidente Cárdenas no fue derrocado por los militares. No fue asesinado. No se suicidó. No acabó sus días en el exilio. A sabiendas de que a Estados Unidos le convenía tener a su alcance la riqueza petrolera mexicana para acaparar la producción e incluso apoderarse de ella si era necesario, obligó a México a declararle la guerra al Eje. México había sido neutral durante la Gran Guerra. Esta vez, esa posición era intolerable. Y fue entonces cuando se maquinó, de la manera más burda, el casus belli indispensable: el supuesto bombardeo, por parte de submarinos alemanes, de varios buquetanques petroleros: el Potrero del Llano, el Faja de Oro, Las Choapas y el Amatlán.

Con algo más pagamos: con la participación en la guerra de más de 15 mil mexicanos que vivían en Estados Unidos (Enciclopedia de México), y la muerte de cinco pilotos mexicanos del Escuadrón 201 en la guerra del Pacífico. Y también con el trabajo de decenas de miles de braceros mexicanos que exigían los agricultores del sur de Estados Unidos para levantar sus cosechas de algodón, uva, betabel, naranja, y otras frutas y verduras.

A pesar de que faltaban veinte años para que el carismático líder César Chávez creara una organización que defendiera los intereses de los inmigrantes en esas tierras, siempre humillados y explotados, los braceros mexicanos descubrieron algo en ellas que era un poco mejor que el infierno, y que les permitía llevar dólares a su país. Y éste fue el detonador de lo que se convirtió en la inmensa e incontrolable emigración de mexicanos hacia Estados Unidos.

Es, pues, la historia, y no la histeria, la que nos proporciona razones más que suficientes para desconfiar de nuestra asociación con cualquier empresa extranjera.

Extraído de Diario La Jornada, on line del día martes 15 de abril de 2008

domingo, 13 de abril de 2008

Reforma Energética, para entenderla

Antonio Gershenson
gershen@servidor.unam.mx

Algunos puntos del “paquete” privatizador
Ya se ha dicho mucho sobre el paquete privatizador, y la discusión seguirá. Vamos a abordar algunos puntos importantes, tratando de incluir elementos nuevos.

Aguas profundas. En la campaña previa al envío de las iniciativas de cambios a la legislación petrolera, se insistió en el “tesoro” que nos está esperando en el fondo de las aguas profundas del Golfo de México. A lo que ya se ha dicho, agregamos que un reciente informe de una consultora del ramo se refiere a las aguas profundas del Golfo. Pero a las de la parte estadunidense, la que ya se ha perforado hasta el cansancio y de la que no nos puede platicar cuentos de fantasía.

Primero, los nuevos hallazgos en esa región durante 2007 fueron los más bajos de la última década. Es más, equivalen a menos de la mitad de los que se tuvieron en el año inmediato anterior. Segundo, la exploración en esa área se ha encarecido. El monto promedio de reservas de crudo por cada perforación exploratoria en 2007 fue de 60 por ciento del promedio de los últimos 10 años. Tercero, personas familiarizadas con la actividad petrolera en la zona dicen que, con los altos costos y con los problemas que se presentan, sólo es rentable un proyecto si el hallazgo es de un yacimiento de veras importante.

En cambio, se han abandonado o semiabandonado yacimientos con buenas perspectivas, en tierra y en aguas no sólo de poca profundidad sino incluso en zonas costeras. En la región Marina Suroeste, donde está la zona litoral de Tabasco, que ha tenido exploraciones con 100 por ciento de éxitos, el número de perforaciones de desarrollo bajó de 19 en 2006, a 6 en 2007. Pero en Chicontepec, de 80 perforaciones en 2006 aumentaron a 168 en 2007, y todo para que toda la región norte, en la cual está Chicontepec, en 2008 haya producido sólo 2.8 por ciento del total nacional de petróleo crudo.

Contratos. En cuanto a los contratos, de por sí están prohibidos en la industria petrolera, en el artículo 27 de la Constitución. Pero a los que ya se han estado firmando se agregan facilidades... para los funcionarios. Los casos en que se permite la adjudicación directa, o sea, firmar el contrato sin concurso, son más que en las leyes vigentes. El procedimiento de licitación se puede clasificar como reservado “o confidencial”, para que sea más difícil que alguien los sorprenda en maniobras ilegales. El alcance de los contratos puede ser mayor. El ámbito de la exploración y explotación sería el principal de los nuevos contratos.

Hay un aspecto que nunca se había hecho público, hasta el envío del proyecto de reformas: refinerías privadas. Una empresa, de hecho extranjera, puede construirse su refinería, operarla y venderle la gasolina y demás refinados, que son mucho más caros que el petróleo crudo, a Pemex, todo esto mediante contratos. Algo así como los “productores externos” con la industria eléctrica “nacionalizada”.

Las empresas privadas también pueden construir y tener sus oleoductos, poliductos y gasoductos; sus almacenes; sus plantas procesadoras de gas, y distribuir refinados, petroquímicos e hidrocarburos en general. Con todo esto, sus refinerías y los contratos de la exploración y explotación de crudo y gas, una trasnacional se puede constituir como empresa integrada, a lo largo de todo el proceso del petróleo y el gas, desde la boca del pozo hasta la boca del tanque de gasolina.

Autonomía. La llamada autonomía dificulta aún más el control sobre las contrataciones. El consejo de administración, cuya mayoría de hecho viene del gobierno, fija reglas de los concursos y en general adjudicaciones, que ahora las fijan las leyes. Y los supuestamente imparciales, los fija el gobierno actual con la intención de que sigan después.

Al describir a Pemex en decadencia en cuanto a reservas, producción y otros aspectos, de hecho describen a los gobiernos panistas bajo cuya responsabilidad ocurrió todo esto. Y ahora quieren que la legislación los autorice a entregarlos a empresas extranjeras.

Publicado en diario La Jornada, versión on line, 13 de abril de 2008

sábado, 12 de abril de 2008

La Réplica

Extraído del diario la Jornada on line, el 12 de abril de 2008.

■ Nuestros espacios están abiertos a todas las voces, responde la empresa

La réplica es un derecho social, plantean las adelitas a Televisa
■ Mujeres defensoras del petróleo protestan en carta a Azcárraga por manejo de información sobre Pemex

Durante una manifestación, las Brigadas de Mujeres en Defensa del Petróleo entregaron una carta en las instalaciones de Televisa para demandar derecho de réplica. A continuación el texto íntegro.

Emilio Azcárraga Jean

Presidente de Grupo Televisa

Presente

El proyecto de reforma que el gobierno federal presentó esta semana en la Cámara de Senadores para legalizar y ampliar la participación de las empresas privadas nacionales y extranjeras en la industria petrolera, ha generado el rechazo de amplios sectores de la población y de una parte de los legisladores en el Congreso de la Unión.

Muchos mexicanos no vemos razón alguna de interés nacional para abrir la industria petrolera a intereses privados, y mucho menos extranjeros. Sin embargo, sobran los intereses de individuos, grupos y empresas que quieren apoderarse de esta riqueza, el sector más rentable de nuestra economía. Ese es el centro de la actual disputa por el petróleo mexicano.

Por tal razón, hemos emplazado a un debate nacional a todas las fuerzas políticas del país, al gobierno, a los medios y a la sociedad en su conjunto, sin exclusiones ni exclusivismos, para que la población conozca a fondo los argumentos de todos los interesados y las implicaciones que tendrá la reforma para los mexicanos y las futuras generaciones.

Como ha sido del dominio público, este movimiento ciudadano rechaza cualquier forma, abierta o disfrazada, de privatizar Pemex y la industria petrolera, porque significaría cancelar el futuro para millones de mexicanos y la posibilidad de desarrollo para nuestro país.

Sin embargo, el gobierno, el PRI y el PAN, y no pocos medios de comunicación, confunden el dar la voz a unos cuantos, a puerta cerrada, con el debate libre y amplio que este tema y la ciudadanía se merecen.

Frente a este panorama, los canales de televisión y las emisoras de radio de su empresa han difundido información distorsionada de nuestro movimiento y han asumido como propios los argumentos del gobierno, con el objetivo de manipular la opinión pública. Los noticiarios de Televisa y sus conductores se han dedicado a calumniar el movimiento de resistencia civil pacífica en defensa del petróleo. Esta política editorial no fomenta el debate ni la discusión, pero sí el odio y la polarización.

Nosotros queremos un debate nacional en el que la radio y la televisión deben jugar un papel central. Por esta razón, y por respeto a los televidentes, que también son ciudadanos, le solicitamos abrir espacios y brindar tiempo en sus noticiarios y su programación para exponer nuestros puntos de vista y argumentos en contra de la reforma energética de Felipe Calderón. Es un derecho de la sociedad y es una obligación de los concesionarios. Esa es la forma civilizada de abordar los problemas nacionales; la cerrazón nos regresa a los tiempos del autoritarismo y la barbarie.

Atentamente

Brigadas de Mujeres en Defensa del Petróleo

Claudia Sheinbaum

Responsable

■ Grave, la toma del Congreso por el FAP

Ante los señalamientos de los legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP) y de las brigadistas en defensa del petróleo, en el sentido de que en los noticiarios de radio y televisión de Televisa “se ha emprendido una campaña de linchamiento” y “confunden al dar voz a unos cuantos” en torno al tema de Pemex, el corporativo respondió:

“Para Noticieros Televisa, lo que sucedió este jueves en el Congreso va en contra de la normalidad democrática.

“La clausura del Congreso es un hecho no sólo insólito, sino también grave en la vida política del país; fue así como Noticieros Televisa lo entendió desde el punto de vista periodístico, y así lo hicieron el resto de los medios hablados y escritos de la nación”.

La empresa puso como ejemplo los encabezados: “El Universal: Leales a AMLO sabotean debate; Excélsior: Debate…al estilo PRD; Milenio: Asaltan los pejistas el Congreso; Reforma: Secuestran… ¡otra vez! Crónica: Secuestra al Congreso un FAP fragmentado; El Economista: Toman de rehén al Congreso; El Financiero: Clausuran lopezobradoristas el Congreso; Uno más Uno: Secuestra FAP Senado y San Lázaro; El Centro: Camping de la Unión; La Jornada: El FAP toma el Congreso; El Gráfico: Arman mitote; La Prensa: Primer round.

“En la información que Noticieros Televisa ha manejado sobre la toma, asalto o secuestro del Congreso, hemos incluido ampliamente las voces de todos los involucrados, priístas, panistas, perredistas, frente-amplistas, brigadistas, etcétera.

“Si alguien considera que no fue suficientemente escuchado o que se cometió algún error factual en el manejo de la información, puede estar seguro de que, como parte del compromiso permanente que Noticieros Televisa tiene con la sociedad, nuestros espacios informativos seguirán estando abiertos a todas las voces.

”No deja de sorprender, sin embargo, que desde esta mañana, en Primero Noticias, hayamos buscado a los coordinadores parlamentarios de PRI, PAN y el PRD, y que los perredistas, que ahora exigen derecho de réplica, se hayan negado a participar en nuestros espacios informativos. Aún así, los seguiremos buscando”, concluye el comunicado.

viernes, 11 de abril de 2008

Y si Adelita se fuera con otro...


■ Fuera del Senado estalla el alboroto: “Pemex no se vende, Pemex se defiende”, gritaban

Bulla y alegría de adelitas al empezar la resistencia; los locutores, avergonzados
■ “Nunca supe” que los legisladores fapistas tomarían la tribuna camaral, asegura Ruth Zavaleta

Por Rosa Elvira Vargas, obtenido de La Jornada on line el 11 de abril de 2008



Intercambio de flores por sonrisas, ayer, durante el plantón que las adelitas defensoras del petróleo nacional instalaron en las cercanías de la Cámara de Senadores
Foto: Víctor Camacho

Dos mundos sin contacto posible. En la radio, los lectores de noticias, escandalizados, iracundos, coléricos, censuraban la movilización de las adelitas y se “avergonzaban” del comportamiento de los legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP) quienes, en ambas cámaras del Congreso, se habían apoderado de la tribuna. En el otro extremo, en el universo de la resistencia contra la privatización petrolera, la bulla y el alboroto combativo estallaban en señal de lucha: “Pemex no se vende, Pemex se defiende”.

Y en la calle, dos momentos rutilantes: el arribo de mujeres minutos antes de la una de la tarde para instalarse en las calles que rodean el Senado (Tacuba, Donceles y Bolívar, entre otras) y a las 20:10 horas, cuando se hizo el relevo.

Los coros y las consignas de unas y otras se mezclaron, se hicieron uno solo, aunque ellas, las agrupadas en Enaguas Profundas, recibieron a sus compañeros con una cantaleta maliciosa: “Ya vienen llegando, los hijos de la brigada”.

Menos una, todos sabían

Ayer, salvo Ruth Zavaleta, presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados y perredista, nadie podía llamarse a engaño. Siempre se supo –porque se dijo a los cuatro vientos en las concentraciones convocadas por Andrés Manuel López Obrador– que en cuanto hubiera iniciativa gubernamental en materia energética empezaría la resistencia civil pacífica.

¿Entonces, por qué la diputada del PRD declaró en todos los noticiarios que ella nunca supo que en San Lázaro los diputados del FAP se insubordinarían, si además ella misma no acudió, la noche del miércoles, a la plenaria de legisladores del frente con su ex candidato presidencial, donde además de ratificar la unidad del movimiento se afinaron las acciones que ayer tanto la ofendieron?

Así, ni la diputada ni sus afrentados entrevistadores tuvieron la consideración de explicar a los radioescuchas, que si bien los legisladores que subieron silenciosamente a la tribuna llevaron una manta que superaba en dimensiones a cualesquiera usada en circunstancias similares (apenas digna de un estadio de futbol) para declarar “clausurado” el salón de sesiones, la cordura se impuso y votaron la ley que hará justicia a los braceros esquilmados por décadas cuando trabajaron en Estados Unidos.

Entonces, por lo menos en los medios electrónicos este jueves había otro mundo. Un delirio histérico que contrastaba con la apacible tarde en San Lázaro, donde los legisladores del FAP se paseaban orondos en el salón de sesiones portando cascos petroleros con leyenda antiprivatizadora y paliacate al cuello, mientras esperaban instrucciones desde el Senado.

En todo caso, lo que más se comentaba ahí era la conducta unitaria asumida por los diputados de Nueva Izquierda (los chuchos, para más señas), mientras en el Senado no ocurrió lo mismo, y no secundaron a sus compañeros el líder de la bancada del PRD, Carlos Navarrete, y otros como Carlos Sotelo y Graco Ramírez Garrido Abreu, aunque tardíamente sí lo hicieron Pablo Gómez y Arturo Núñez.

El argumento de que Navarrete “no supo” que sus compañeros tomarían la tribuna, como señalaron algunos auxiliares del senador en intento exculpatorio, movió más bien a risa, porque desde temprano Ricardo Monreal se encargó de anticipar: “en hora y media habrá crisis”.

Pero en la radio de inmediato se ubicó a la conspiradora y virtual operadora de las instrucciones del Peje: la senadora tabasqueña Rosalinda López, a quien incluso un comentarista aseguró haberla escuchado diciendo: “Sí, Nico”. O sea, qué más pruebas…

Alejadas de los líos camarales, sólo en busca de conseguir que el debate de la iniciativa energética se vaya por lo menos hasta agosto y que se retire el documento enviado por Felipe Calderón al Senado, las adelitas se divirtieron de lo lindo. Sin importarles el sol que caía a plomo, bailaron, desfilaron, cantaron.

También comieron de su itacate. Y aquellas que se apostaron a la altura de la casona de Xicoténcatl mostraban huevos de unicel para aludir al inquilino de Los Pinos, al tiempo de preguntarse a una sola y fuerte voz: “¿Qué le sobra a López Obrador? ¡Viejas, un chingo de viejas!”

Y seguían su relajo, mientras detrás de las vallas metálicas tres hileras de policías, capitalinos y federales, las observaban alertas. Dos de esos contingentes eran de mujeres: las Cisne, de la agrupación que comanda Joel Ortega, y las robocops, al mando de Genaro García Luna.

Lo curioso –y significativo– es que ya para la noche, cuando los hombres entraron al relevo, la presencia policiaca era sensiblemente menor.

Más tarde se sabría también que Santiago Creel “supervisó” in situ el cordón instalado por los uniformados mientras, en otro plano, los coordinadores del FAP acordaban que sus bancadas permanecerían en los salones de pleno.

Mañana será, entonces, el segundo día de la resistencia.

Texto de Cuauhtémoc Cárdenas sobre la propuesta de reforma a Pemex.

Una iniciativa entreguista
Texto de Cuauhtémoc Cárdenas sobre la propuesta de reforma a Pemex.

La Jornada On Line
Publicado: 11/04/2008 22:13

“Corresponde a la Nación el dominio directo de todos los recursos naturales de la plataforma continental y los zócalos submarinos de las islas… [del] petróleo y de todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos…

“Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos… no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado y la Nación llevará a cabo la explotación de esos productos”.

Artículo 27 constitucional.


De las iniciativas enviadas por el titular del Ejecutivo al Senado de la República el pasado 8 de abril, relacionadas con la industria petrolera y con Petróleos Mexicanos, que en otra ocasión habrá que comentar en conjunto, la que de llevarse a la práctica significaría un cambio profundo en la situación y condición de la industria petrolera y, sobre todo, una grave pérdida en el presente y en el futuro para la nación, es la correspondiente a la Ley reglamentaria del artículo 27 constitucional en el ramo del petróleo, que plantea la apertura a la inversión privada de funciones esenciales de la industria hasta ahora reservadas en exclusiva a la acción del Estado mexicano.

Después de la Expropiación, la primera Ley reglamentaria del 27 fue expedida en noviembre de 1940. En ella se precisaba que la industria petrolera comprendía “el descubrimiento, la captación, la conducción por oleoducto y la refinación del petróleo”. El desarrollo de la industria fue modernizando esta conceptualización, pero palabra más o palabra menos, en las reformas a esta ley de entonces a la fecha, siempre se consideró que la industria petrolera, manejada de manera exclusiva por el Estado, abarcaba esas mismas actividades. Así, el texto de la ley vigente, cuya última reforma tuvo lugar en noviembre del 2006, define en su artículo 3° a la industria petrolera como: “I. La exploración, la explotación, la refinación, el transporte, el almacenamiento, la distribución y las ventas de primera mano del petróleo y los productos que se obtengan de su refinación; II. La exploración, explotación, la elaboración y las ventas de primera mano del gas, así como el transporte y el almacenamiento indispensables y necesarios para interconectar su explotación y elaboración…; III. La elaboración, el transporte, el almacenamiento, la distribución y las ventas de primera mano de aquellos derivados del petróleo y del gas que sean susceptibles de servir como materias primas industriales básicas y que constituyen petroquímicos básicos”.

La iniciativa de reformas y adiciones a esta ley excluye de la definición de industria petrolera “el transporte y el almacenamiento [del gas] indispensables y necesarios para interconectar su explotación y elaboración”, así como excluye también la distribución y ventas de primera mano “de aquellos derivados del petróleo y del gas que sean susceptibles de servir como materias primas industriales básicas y que constituyen petroquímicos básicos”, establece, por otra parte, en la propuesta de nuevo artículo 4° que “Petróleos Mexicanos, sus organismos subsidiarios y los sectores social y privado, previo permiso, podrán realizar las actividades de transporte, almacenamiento y distribución de gas, de los productos que se obtengan de la refinación de petróleo y de petroquímicos básicos.

“Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios –continúa- podrán contratar con terceros los servicios de refinación de petróleo…”, y en un párrafo siguiente consigna que las personas “que pretendan realizar o prestar los servicios a que se refieren los dos párrafos anteriores, podrán construir, operar y ser propietarios de ductos, instalaciones y equipos”. De aprobarse estos textos, estaría dándose en los hechos la entrega a la inversión privada de áreas estratégicas de la industria petrolera, que dejarían de manejarse en función de un interés público para pasar a manejarse de acuerdo a intereses privados, extranjeros o nacionales. La experiencia de las privatizaciones vivida en los últimos sexenios, deja ver que así sucedería también en la industria del petróleo.

Pemex cuenta con las capacidades de todo orden para construir nuevas refinerías, para modernizar y expandir las redes de ductos y la capacidad de almacenamiento de productos y llevar a cabo su adecuada distribución, y no hace falta que nadie lo substituya en esas funciones, sólo debe permitírsele que lo haga, otorgándole autonomía presupuestal y dándole el tratamiento que se da a cualquier entidad productiva.

La apertura de áreas estratégicas propuesta por el Ejecutivo representaría la desintegración de las cadenas productivas de la industria, ya de por si erosionadas ante la falta de inversión, el desplazamiento de Petróleos Mexicanos de esas actividades y su substitución en ellas por intereses privados, que usufructuarían los mercados correspondientes, y dejar casi como únicos campos de actividad pública la exploración y la extracción, y a ésta como fuente de ingresos casi única también para la industria petrolera nacionalizada.

Pero tanto o más grave que la afectación del interés público, de aprobarse la iniciativa del Ejecutivo respecto a esta ley reglamentaria que pondría en manos de intereses privados la refinación, el transporte por ductos, el almacenamiento y la distribución de hidrocarburos, sería la flagrante violación que se haría a la Constitución. Hacerlo, como plantea la iniciativa, a través de contratos de maquila o de permisos, sería remachar la violación, pues no por llamar maquila a una concesión o por recurrir al subterfugio de cambiar la palabra concesión por la de permiso, que en este caso resultan equivalentes, dejaría de producirse un serio atropello a la norma constitucional.

Dejar pasar esta reforma sería hacerse cómplice de un atraco a la Constitución. Los legisladores no pueden traicionar la palabra empeñada de cumplir y hacer cumplir la Constitución y la ley.

Se requiere una nueva política petrolera, si, pero de una política que deje de estrangular fiscalmente a Petróleos Mexicanos, que fortalezca sus capacidades de inversión, dejándole al menos, en una primera etapa, la disposición total del llamado excedente petrolero que genera, que devuelva a la industria del petróleo su carácter de motor principal del crecimiento económico y de la industrialización, que prolongue la vida de nuestras reservas disminuyendo de manera gradual, hasta eliminar, las exportaciones de crudo y transformando éste en refinados y petroquímicos en el país, que recupere los mercados nacionales de combustibles mediante la substitución de importaciones, que eleve al máximo la renta petrolera a través de la mayor integración de la industria y la prolongación de sus cadenas productivas, todo lo cual no podrá lograrse doblegándose ante las presiones entreguistas y cediendo al interés privado las áreas de la industria petrolera reservadas hasta hoy en exclusiva al Estado mexicano.

sábado, 5 de abril de 2008

Alejandro Ordaz Moreno

Carta de Alejandro Ordaz desde la cárcel de Sevilla

Reproducción de la carta enviada por el estudiantes mexicano a quien un juez decretó su ingreso en prisión preventiva sin fianza como presunto autor de sendos delitos de atentado a la autoridad y lesiones



"El sueño de estudiar en el extranjero se puede convertir en un infierno"
16 de Marzo de 2008.
Estimados compañeros:

Hola mi nombres es Alejandro Ordaz Moreno soy M. en Ing. titulado de la Universidad de Guanajuato. Actualmente soy estudiante de Doctorado en la Universidad de Sevilla en España. Estoy haciendo una especialidad en el Área de las Energías Renovables. Como muchos de ustedes yo provengo de una familia de clase media que con esfuerzo y trabajo, y aprovechando las oportunidades que el México de hoy nos ofrece hemos salido poco a poco adelante. Yo vine a estudiar a España con una beca de CONACYT.

Todo en mi vida marchaba perfectamente en orden hasta que la madrugada del 8 de Marzo tuve la peor experiencia de mi vida. Luego de salir de un bar cercano al piso (departamento) donde vivo y faltando aproximadamente unos 70 m para llegar fui detenido por una pareja que viajaba en un automóvil. La mujer, que iba en el lado del copiloto, se empezó a comunicar con alguien diciendo algo como: "Tenemos al chico moreno que quieres". Luego se bajo con una pistola y me ordenó que fuera a la parte trasera del automóvil, por la parte de afuera, donde me esperaba su compañero. Ella me dijo que eran policías y saco una cartera que me mostró pero por la oscuridad del lugar no pude ver bien. Ellos iban vestidos de civiles y a mi me pareció que actuaban de una manera muy extraña.

Desde el momento en el que vi la pistola comencé a pensar lo peor y me puse muy nervioso. La mujer seguía comunicándose con alguien y hablando de mi, mientras yo aproveche para acercarme al hombre y preguntarle que ocurria, a lo que no me supo responder. El actuaba muy extraño. Luego el hombre fue hacia dentro del automóvil y saco una sirena que coloco encima del automóvil. En esos momentos yo creía que se trataba de un juego de ellos, en el que creían hacerme creer que eran policías. Todo el procedimiento era muy extraño para mi, porque además nunca me pidieron que me identificara.

En esos momentos me entro un ataque de pánico y me puse muy nervioso. Empecé a creer que se trataba de un secuestro o algo parecido. Pensé lo peor, la pistola me tenia muy nervioso y solo quería escapar de esa situación. Así que aproveche un descuido de la pareja y le di un puñetazo a la mujer, por ser la que representaba un mayor peligro por la pistola, y traté de correr pero su compañero me agarró y empezamos a pelear. En ese momento me sentí perdido, creí que iba a morir a mi me preocupaba mucho, la pistola de la mujer. En un instante la mujer se incorporó a la pelea y me empezó a apuntar con el arma. Yo recuerdo haberme lanzado sobre ella, mientras el hombre me golpeaba, para tomarle el cañón de la pistola y hacer que apuntara hacia el suelo, y recuerdo que yo solo quería salir de esa situación, y por fin hubo un momento en que lo logré. Yo estaba muy espantado y trate de correr hacia mi piso. Más adelante como a 50m del lugar de los hechos se encontraba una pareja dentro de un automóvil.

Yo recuerdo haberme detenido allí y haber abierto la puerta del piloto para pedirles ayuda. Yo trataba de meterme al automóvil, pero ellos muy espantados me empujaban impidiéndome entrar. Yo me aferraba al volante del automóvil y les gritaba que por favor me ayudaran, que llamaran a la policía porque me querían secuestrar. Ya luego alguien me saco del automóvil y vi a la policía uniformada. Yo sentí mucho alivio de verlos y recuerdo que todavía les gritaba por ayuda. Pero gran sorpresa me lleve al ser recibido a golpes por ellos. Aun recuerdo que el primer golpe me lo dieron en la boca con la cacha de una pistola de lo cual me rompieron un diente. Luego me pegaron una paliza con las macanas y la cachas de las pistolas, producto de lo cual tengo mas de diez suturaciones en toda la cabeza. Yo estaba muy desconcertado y nuevamente entre en pánico. Me subieron a golpes a una patrulla y me llevaron a un hospital.

Camino a ese hospital ellos hablaban que me iban a matar y a echar al rió. Yo estaba muy espantado y tenia mucho miedo de morir. En el hospital hubo un momento en el que perdí el conocimiento y los policías me reanimaron a puros golpes. Todo era muy extraño para mi, incluso me sorprendió que el "medico" tolero ese tipo de abusos. Luego me llevaron a otro lugar donde me tuvieron encerrado hasta el lunes 10 de Marzo. Yo luego me entere que ese lugar es una cárcel a la que llaman el "punto cero". Durante mi estancia en esa cárcel recibí toda clase de agresiones físicas y raciales. Cada vez que había un cambio de guardia iban a mi celda agentes para agredirme y golpearme. En una ocasión un agente me agarró a golpes con un tolete en la espalda y la que yo me defendía metiendo el brazo y el antebrazo de mi mano izquierda, producto de la cual termine con el brazo negro de moretones. Otros me pateaban las espinillas y otros me amenazaban con sus armas apuntándome en la cabeza. En una ocasión uno de los agentes metió su arma en mi boca y amenazo con dispararme. En esa misma ocasión estaba presente el jefe del lugar agrediéndome verbalmente, me decía: "indio de mierda" te vamos a regresar muerto a tu "país de perros", "país de indios", "sois unos indios". Decían que yo había intentado matar a sus compañeros.

Hasta el lunes que me sacaron para llevarme a declarar a los juzgados permanecí incomunicado, aun cuando habia dado los datos de un amigo, con el que comparto piso.

Toda la policía estaba muy molesta conmigo. Yo ingrese en la cárcel de los juzgados aproximadamente a las 9 am y hasta como a las 9 pm me llevaron ante el juez. Todo era muy extraño porque siempre atendían primero a personas que llegaban mucho después, evidentemente estaban complotando algo.

Ya en entrevista con el juez me enteré que las personas con las que había tenido la pelea eran policias en cubierto que buscaban a un chico con mis características. La verdad es que todo fue una confusión y estoy consciente que cometí un error, del cual estoy muy arrepentido. Pero ahora ellos montaron una "película" en la que me ponen como todo un asesino profesional. Están molestos por lo de la pelea, y declararon que yo les puse una paliza, los desarme e intente dispararles en la cabeza con la pistola, pero que no los mate porque la pistola no tenia balas y tenia puesto el seguro. Lo cual es una mentira, la verdad es que esa noche yo iba muy borracho y solo hice por escapar, y en el intento mantuve una pelea con dos personas que yo creía que me querían hacer daño, pero eso fue todo, yo solo quería escapar de la situación. Yo entiendo que estén molestos por la situación y estoy dispuesto a que se me juzgue por mi error, pero de ninguna manera quiero que se pasen por alto mis "derechos humanos", que al parecer aquí en España solo los conocen para bien suyo.

Yo mantuve una pelea con personas armadas que creí que me querían hacer daño y están molestos por eso. Pero ellos, en un acto cobarde, me golpearon estando yo con los grilletes puestos y sin oponer resistencia alguna. Además, en la cárcel (punto cero) me pegaron con todo e hicieron conmigo lo que quisieron, y eso si lo ven bien.

Hasta antes del accidente yo era una persona normal, como todos ustedes compañeros. Pero ahora ellos me han tratado y me han hecho ver como un criminal. Pero como todos ustedes saben compañeros, a nosotros se nos hace un riguroso estudio entre los cuales se nos pide estar limpios de antecedentes penales. Y las personas que nos hemos esforzado por ganar una beca CONACYT para estudiar en el extranjero es porque nos hemos dedicado a estudiar duro, y definitivamente distancian mucho de ser criminales.

España es un país con lugares fantásticos y Sevilla es uno de ellos y al igual que en cualquier lugar existen toda clase de personas y desgraciadamente ahora me esta tocando conocer el otro lado de la moneda. Me he dado cuenta que todavía existe mucho racismo hacia los latinoamericanos, que todavía nos ven como inferiores. Y en el fondo creo que gran parte de mi problema es debido a eso. Además de que los policías se creen dioses. Ahora están llevando mi caso como les da la gana inventando cosas con tal de hundirme. Porque todos los argumentos que plantean no tienen lógica alguna. ¿En verdad creen que un "nerd" estando borracho podría golpear a dos policías y desarmarlos? Solo están montando una "película" para arruinarme la vida. Y eso sumado a la burocracia del "sistema de justicia" hace que la cosa pinte todavía peor.

Me he atrevido a contarles mi lamentable historia para que al menos quede registro de cómo es la "justicia española", para que anden con mucho cuidado. Con esto también me gustaría que por favor me ayuden a dar a conocer mi historia a otros compañeros que para que esta llegue muy lejos y si es posible hasta oidos del presidente de México. Para que se entere como trata la "justicia española" a un ciudadano mexicano que vino a España a prepararse para en un futuro cercano formar parte de la fuerza intelectual que esta llevando a México a ser un mejor país.

En estos momentos me encuentro preso en la cárcel de Sevilla en espera del juicio que dictaminara mi sentencia. Solo les pido que por favor me ayuden a dar a conocer mi historia a más compañeros. No soy solo una historia, soy una persona normal como ustedes, y para probarlo pueden encontrar información de mi trayectoria profesional, escribiendo mi nombre en el Google.

Reciban un cordial saludo.

Alejandro Ordaz Moreno.

Centro Penitenciario Sevilla

Martin Luther King, I have a dream

Miguel Concha

40 aniversario del asesinato de Luther King
Ayer se cumplieron 40 años del fallecimiento del pastor bautista Martin Luther King, premio Nobel de la Paz 1964.

“M.L.”, como le llamaban sus familiares, fue ejecutado el 4 de abril de 1968 en Memphis, Tennessee –adonde había acudido en apoyo de un movimiento sindical de recolectores de basura, el sector más marginado de la clase obrera del sur de Estados Unidos, cuyo lema era “Yo soy un ser humano”–, por una bala disparada por un supuesto asesino solitario, James Earl Ray, un preso blanco que había escapado de la prisión, en medio de un acoso sistemático de la FBI y otras agencias de inteligencia del gobierno federal de aquel país.

Un año antes se había asociado con los dirigentes del movimiento contra la guerra, y había tomado la determinación de dirigir una “marcha del pueblo pobre” sobre Washington, lo que sin duda puso en peligro su vida. En una conferencia en la Canadian Broadcasting Company sobre el tema de la conciencia ética y la guerra de Vietnam ese mismo año, había expresado su convicción de que era una guerra que no tenía sentido y que debía detenerse. “Debemos encontrar nuevas maneras de establecer la paz en Vietnam y la justicia en los países en desarrollo”, expresó “M.L”.

“Si no actuamos –añadió proféticamente– seremos arrastrados seguramente por el largo, vergonzoso y oscuro pasillo del tiempo reservado para los que poseen poderío sin compasión, sin moralidad y sin visión”, como vemos que ha sucedido luego de la invasión a Irak.

Para “M.L.”, en efecto, su país ya estaba del lado equivocado de una revolución mundial contra la opresión, pues su gobierno era “el mayor proveedor de la violencia en el mundo contemporáneo”.

“Estoy convencido –decía– de que sólo lograremos rectificar este error con una revolución radical en nuestros valores (…), que nos llevará a cuestionar la justicia de muchas de nuestras políticas pasadas y actuales”. Para él igualmente ya desde aquellos años los desposeídos tenían que organizar a escala nacional e internacional una revolución “no contra las vidas de sus propios ciudadanos, sino contra las injusticias que se rehúsan a tomar las acciones demandadas y disponibles para liberarlos de la carga de la pobreza”.

Desde 1986 se escogió un día cercano al de su nacimiento como fiesta nacional, y el Congreso decretó que éste fuera el tercer lunes de enero. Es el único día festivo nacional que honra a un afroamericano. “M.L.” nació el 15 de enero de 1929 en Atlanta, Georgia. A los 15 años ingresó en el Morehouse College, y fue ordenado pastor bautista a los 17. En 1951 se graduó en el Crozer Theological Seminary, y llevó a cabo su trabajo de posgrado en la Universidad de Boston. En Crozer y en Boston comenzó a familiarizarse con el pensamiento de Mahatma Gandhi, el cual se convirtió en el centro de su filosofía de protesta no violenta. En 1954 fue nombrado pastor de la Iglesia bautista de Dexter Avenue, en Montgomery, Alabama. Ese año fue prohibida la educación pública segregacionista que mantenía el Tribunal Supremo de Estados Unidos en numerosos estados del sur.

En 1955 se le solicitó que dirigiera un boicot contra una compañía de transportes públicos, que había cometido la injusticia de provocar el arresto de una mujer negra, la emblemática Rosa Parks, tras negarse a dejar su asiento a un blanco en un autobús. “M.L.” convocó al boicot diciendo: “No tenemos otra opción que la protesta. Han sido muchos años de notable paciencia, hasta el punto de que en ocasiones hemos dado a nuestros hermanos blancos la impresión de que nos gustaba el modo como nos trataban. Pero esta noche estamos aquí para liberarnos de esa paciencia que nos ha hecho pacientes con algo tan importante como la libertad y la justicia”.

La protesta duró 381 días, y durante ella King recibió muchas amenazas de muerte, fue arrestado, encarcelado y destruida su vivienda. Ello no obstante, en 1956 el Tribunal Superior prohibió la segregación en el transporte público de la ciudad. Después de esto se fundó la Conferencia de Líderes Cristianos del Sur, de la que King fue nombrado su presidente. En 1963 se puso al frente en Birmingham, Alabama, de una amplia campaña a favor de los derechos civiles, con el propósito de lograr el censo de los electores negros, acabar con la segregación y conseguir una mejor educación y vivienda para ellos en los estados del sur. El 28 de agosto de 1963 las 200 mil personas que marcharon sobre Washington le oyeron pronunciar su célebre discurso Yo tengo un sueño.

Cinco son, pues, las claves de los aportes de King a las luchas por la libertad, la igualdad, la justicia, la democracia y la paz en el mundo, sobre todo en el norte y en el sur del continente: la lucha contra el racismo; el compromiso con la resistencia, la desobediencia civil y la no violencia; la lucha contra la pobreza y el militarismo; los vínculos entre los compromisos éticos de las comunidades cristianas y las luchas por la justicia social, y su insistencia en una perspectiva internacionalista, antimperialista y anti-colonialista. Ecuménica y pluralmente es lo que tenemos que rescatar sobre todo los cristianos de aquí y allá, por encima de los homenajes falsos, cínicos, oportunistas y fatuos que anunció el presidente Bush el 19 de enero de este año.

Extraído del diario La jornada, edición en línea.