viernes, 26 de junio de 2009

Ícaro de quién, Teatro de nadie.

Lamento mucho, más que otras tantas cosas, que hayas tenido que partir sin siquiera decir adios.

El café se enfrió, tu asiento dibujó el vacío y tu estela apenas se percibió.

Lamento no conocer desde donde miraste para partir así.

Los comensales son testigos de tu súbita ausencia.

Lamento mucho haberte visto fugaz.

Lamento mucho tu silencio.

Lamento y me come el lamento, me quema la braza del aliento quemado, me quemo por dentro.

Donde estés, escucha mi lamento, que en otro tiempo fuí Alejandro.

jueves, 4 de junio de 2009

Lo que pesa

Pesa mucho cuando pierdes un amigo.
Pesa mucho,
pesa el momento en que lo pierdes,
pesa la ausencia,
pesa el capricho de quererte compartir con él,
todo pesa cuando un amigo ya no está.

Así me pesa la muerte de mi amigo, nada menos.
El hubiera sí existe.

Te hubiera ayudado,
te hubiera visitado,
te hubiera comprendido,
te hubiera entendido,
te hubiera acompañado,
te hubiera descubierto,
te hubiera aceptado,
te hubiera cuidado.

No concluimos,
tu sí,
te fuiste,
sin decisión,
mal,
cansado,
agotado,
ahogado,
sin aliento,
sin aire,
sin oxígeno,
sin nosotros,
sin tus amigos,

Justo,
sin nosotros,
por eso me pesa.