jueves, 3 de julio de 2008

Un día en CUVALLES

Crónica de la sinápsis del CUValles:

Miércoles 28 de mayo. Región Valles.

En la explanada del CUValles un ensamble de cuerdas, como lo bautiza el Dr. Alonso, interpreta la bella y sublime canción que Pablo Milanés dedicó a Yolanda, una de sus esposas. El grupo es dirigido por un hermano Cubano que se ha integrado al cuerpo docente y al modelo integral. La Dra. Gaby menciona el triste episodio de discriminación del que fue objeto Pablo Milanés, el compositor, por parte del régimen de Castro al ser acusado de Homosexual, y luego, corrección, de Bisexual. Yolanda, Yolanda.

El Maestro Alejandro de Extensión invita a los estudiantes, que escuchan atentos las interpretaciones, a que formen parte de este grupo, ensamble o locos de la melodía llegadora.

A 30 metros, dentro de la Biblioteca una mesa estila papiroflexia, nada que ver con esoterismo aunque el nombre invite. Más bien son pequeñas muestras de arte Naif o Naïve que dejan ver la madera con que los jóvenes de la región, donde en un tiempo brilló la cultura de los guachimontones, ven y viven la subjetividad del arte. También ahí, al lado, más obras de arte que utiliza el color y el pincel se decantan entre las formas sugerentes del realismo, lo naif, lo abstracto, lo metafísico, y hasta destellos de concreción o surrealismo muy mexicano, muy vallesco. El maestro Jorge Martínez podría decir que tiene escuela.

Encontramos también la nostalgia y la pátina impostora con la técnica y forma de las máscaras prehispánicas, solo para tener presente que sí tenemos ruinas arqueológicas, tantas que puede ser un arte expresivo, como arte es caricaturizar en madera a Compay Segundo, hermano cubano, o quizá los tótems de los hermanos canadienses. Francia vende torrecitas Eiffel.

No lejos de todo este jolgorio artístico está un grupo de jóvenes escuchando a una invitada del Municipio de San Martín Hidalgo que viene a proponer un programa para que estudiantes se integren al trabajo de promoción de la salud para adultos mayores, en los laboratorios de cómputo, mientras tanto, están descargándose más de 100 mb de información de diferentes páginas cuyos servicios de hosting están en infinito ciudades del mundo. Las descargas las hacen maestros, estudiantes y los doctores.

También hay estudiantes en las aulas recibiendo asesoría, y, aunque no nos guste mucho, dictando cátedra o “dando clase”, pero también hay otros que están resolviendo un problema que tiene que ver con la vida, con la tutoría.

Y otros están subiendo información a un espacio en línea. El cuerpo directivo está terminando los documentos que harán más viable el crecimiento del centro a través de proyectos que leerán académicos de otras partes de México. Ellos se enterarán de que aquí, en CUValles, enclabado en el corazón de uno de los valles de la región, se hacen cosas que buscan ser integrales.

Y todo esto que he contado, a la manera en que Julio Cortázar cuenta las alucionaciones del Perseguidor, sucedió en menos de 2 horas (no podría decir que en 20 segundos como lo cuenta Julio). Esa es la dinámica que CUValles ha venido a detonar en esta región, sólo organizando lo que aquí ya existe: talento, talento, talento. Cierto es que se ha incorporado talento de otras latitudes, pero cierto también es que sin tierra no hay planta y sin planta fruto. Ricas por cierto son las paletas de Ameca, algunos prefieren los tacos y el pozole de los pocitos.

Así es la vida de un centro que trabaja con las mentes y expresa con los sentidos, con los recipientes culturales a su alcance. No ha habido necesidad de rayar los baños. Esto será más intenso por que la ley de la física así lo indica.

Se me olvidaba, los doctores (y los que no lo son) requieren más ancho de banda, los estudiantes un comedor digno y el CUValles la gloria de sus egresados.

Que no se apague esto, todos a soplar. Enhorabuena!!!